El aforismo, para ser tal, debe relampaguear.
En su naturaleza está la fulguración, pero también está la penetración lúcida y sucinta. MARIO PÉREZ ANTOLÍN - Mínima esencia
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Mediados de diciembre. Estoy agotada y aún tengo que seguir trabajando este fin de semana. Soy profesora desde hace seis años, interina, es decir, sin mi puesto fijo. Son casi las diez de la noche y pienso en aquellas personas que lean este texto, en qué hacer para camelarlas y que compren mis novelas. No lo sé. Lo que sí sé es que quiero dejar de ser una esclava y que recientemente recomendaron mis libros en La Vanguardia. Hoy me han pedido, desde una revista dirigida a mujeres, que escriba sobre lo difícil que es abrirte un hueco en el mundo literario y sobre los pasos que di para convertirme en escritora, y pienso en enviarles estas palabras, pero no solo a ella sino a otra de índole feminista, también nueva para mí, además de a la revista literaria y a los dos diarios donde colaboro desde hace casi una década y a otros medios digitales donde me han aceptado hace no tanto. Son españoles y sudamericanos. Animando Clásicos
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Marzo 2024
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