(Sil Or) - No regalo segundo...
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Recientemente por la plataforma YouTube se lanzó Parpadeo, un video poético musical fusionando una base Trap con un texto de autoría del poeta Benjamín Peret del movimiento surrealista francés. Este proyecto es realizado por David González en voz, Leandro Lini en música y edición de video y Juan Matías en guitarra, bajo, mezcla y masterización, estos dos últimos integrantes del power dúo The´s Arreglados. Surgido desde el estímulo de la música y trabajado de manera lúdica y experimental, esta conjunción de lenguajes de mundos creativos diferentes posibilitan la construcción de un poderoso formato, compuesto de imágenes fragmentadas que van fundando un relato. En un contexto de encierro por cuarentena, donde los vínculos se ven obligados a encontrarse de manera digital, la posibilidad de concretar proyectos artísticos a distancia es un estímulo ante la incertidumbre y la neurosis histórica que transitamos. Este proyecto tendrá continuidad con la realización de otros videos clips con textos de autoría propia. THE´s ARREGLADOS David González Literatura.
A un año de lo ocurrido, se sigue recordando a Dinora Rodríguez y lo que hizo. Debemos decir que aquello fue, totalmente, obligado a algo que era más fuerte que ella; será algo con lo que deberá vivir hasta el final. La mayoría sólo la recuerda por la chica que se presentó a los juzgados a declarar lo que pasó. Ninguno sabe lo que fue antes, ni lo que es ahora. Los asesores legales, compañeros reporteros y yo, somos los únicos que sabemos el rumbo que tomó ella y el precio que pagó por lo que sufrió en su viaje que duró cinco años. Aquí les cuento desde el principio:
El músico se sentó sobre un escaño de metal. Estaba en el parque de Livinio. Reposó su cuerpo delgado allí, por placer. Una vez sosiego, se puso a elevar la conciencia. A solas sintió los silencios. Esto lo rejuvenecía, lo colmaba. De concordia, cerró los ojos para atraer la armonía a su aura. Nada lo perturbaba, ni el vaivén del desconsuelo. Desde lo interno, maduraba con pasividad, permanecía en la serenidad.
De a poco, Ignacio, como así se llamaba este artista, imaginó unos fantasmas de hielo. Los creyó danzando por los tejados. Esta pericia tan inhabitual, le parecía curiosa. A ellos, los vislumbraba vaporosos en medio del oscurecer. |