[…] a un par de bancas adelante vi sentada a Marilyn; olvidó ir vestida despampanante como siempre la he visto […] Carlos Abraham Navidad con MarilynCarlos Abraham (Líbano-México) Es noche de Navidad, un momento interesante, resulta que me encontré en la misa, a mi superamiga Marilyn, solo que la iglesia, como está en el cerro, estaba el clima helado.
19:50. Llegué justo unos minutos antes de que comenzaran a oficiar la misa, lo bueno que encontré lugar para estacionarme en la calle alrededor del atrio. 20:00. Entré caminando velozmente. Bien vestido estaba, ya que era la noche de Navidad, ya me había comentado vía telefónica la hermana de Marilyn, que me la encontraría en la misa Navideña en la iglesia del cerro. Al entrar pude ver esa bella cúpula con unos candiles inmensos, sentí un schock terrible, en esos instantes recordé la casa de una tía donde sus hijos les faltaba algo para subirse en un banco y cambiar alguno de los focos fundidos o focos de otro color. Aquí fue algo similar, los candiles tan bellos de diseño europeo tenían cada uno un toque de diferente tipo de tono de luz, unos eran blancos, otros estaban amarillos cálidos. Me puse a pensar por qué el párroco no pidió a los feligreses que cooperaran con un solo tipo de tono de luz, en el foco a donar. Lo que si me dejó a gusto fue que todos los focos estaban prendidos, ninguno fundido como la casa de esta tía. 20:03. Comenzó a tiempo la misa, pero olvidaron checar a los feligreses que asistieran todos con un cubrebocas por la pandemia en la que estamos viviendo, a varios se les olvido llevarlo, imagino que, como ya casi sería el Año Nuevo, no olvidaron colocarse ropa interior roja o amarilla, los calzones sí van puestos, pero el cubrebocas para protegernos de la pandemia lo olvidaron, ni qué decir. 20:10. La temperatura estaba a 12 grados, a un par de bancas adelante vi sentada a Marilyn; olvidó ir vestida despampanante como siempre la he visto, me dio demasiada tristeza verla, no se notó que se pusiera su ropa que compró en McAllen, con su amiga del alma, Julia. La vi toda apagada, creo hasta más baja de estatura; llevaba un vestido de la tienda de Burlington, oculto bajo un pullover blanco con un logotipo de Alaska, el cual estaba en inglés, que decía: “I visited alaska for free”. Después noté que para no enfriarse las piernas se puso unos pants azules de los que a vecez utiliza para dormir el velador del edificio, se veía terriblemente mal vestida para ser la noche navideña. Tache en moda navideña. 20:30. Qué triste, uno siempre se pone su mejor ropa nueva para asistir a las misas solemnes, eso me enseñaron de pequeño en el valley, en Rancho Viejo. Lo bueno que en estas iglesias de colonia buena, dicen las malas lenguas, que no hay pasarela por el pasillo a la hora de ir a comulgar. 20:40. No sé qué le pasé por la cabeza a Marilyn, si acaso ande con problemas, tal vez porque le ha afectado todo esto de los nuevos altos costos de pasajes aéreos en USA para poder viajar, pues ella es fan de accion de gracias. Me ha dicho que le encanta esta noche, no por la cena, ni por estar con familiares que uno ame, sino porque se para a las cuatro de la madrugada para correr con direccion a las tiendas y poder estar parada en un buen lugar en la fila. La recuerdo en la fila para la vacuna de covid-19, y no la entiendo porque yo nunca he ido en esa fecha. 21:15. Muy diferente e interesante la misa, realizada por dos sacerdotes, pero al terminar y darnos la bendición y desearnos ¡Feliz Navidad, veo cómo se levanta Marilyn para salir acompañada de prisa. Iban entaconadas que casi me empuja sin darme el abrazo navideño; bueno, por pandemia no me lo ha de ver dado, o quizá porque su ropa pudo haber estado mal lavada y no quiso que me acercara demasiado a ella. Pues ni modo, Mailyn desde aquí te deseo ¡Feliz Navidad! Te deseo que sigas siendo una de esas mujeres despampanantes para que traigas a los hombres con la boca abierta.
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