A un año de lo ocurrido, se sigue recordando a Dinora Rodríguez y lo que hizo. Debemos decir que aquello fue, totalmente, obligado a algo que era más fuerte que ella; será algo con lo que deberá vivir hasta el final. La mayoría sólo la recuerda por la chica que se presentó a los juzgados a declarar lo que pasó. Ninguno sabe lo que fue antes, ni lo que es ahora. Los asesores legales, compañeros reporteros y yo, somos los únicos que sabemos el rumbo que tomó ella y el precio que pagó por lo que sufrió en su viaje que duró cinco años. Aquí les cuento desde el principio:
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