Fallido intentoAnne Avalos Se me filtra la desolación en estos versos nocturnos, que pienso serán los últimos que yo te escribo.
Pero a quién engaño, si no hay, me invento las razones para seguir contigo sabiendo que eres un eterno trovador. Lúcidamente deliro que soy la horma de tus zapatos, cuando de sobra sé que eres una bocanada de humo. El ladrón de mis latidos y mi concentración, la vida pasa y me pesa, mas sigo siendo tu trapecio y tu red, tu resaca y en libre albedrío me até a ti y a tus manías, nadie lo pidió, nunca se pactó ni siquiera contigo. Desnuda mi alma queda frente a tus habilidades, tus virtudes, los encantos de tus defectos que nadie ve, tus perversos pensamientos, las fantasías obscenas que solo yo sé. Es todo lo que siento por ti, mi más grande miedo y más férrea fe. Hoy consuelas tu soledad, tomas la vida con un poco más de serenidad, dices que amores fugaces y de frivolidad dejaron las lecciones precisas para madurar. Alertas rojas en mi corazón cuando vuelvo a ti, porque se abre el cielo y me revienta el infierno, desde las entrañas a la piel misma que se eriza cada que invades mis días, colmándolos de total inspiración e irrefutable melancolía. Tenemos un libro inconcluso, sin nombre, ni título ni clasificación. Somos y seremos el talón de Aquiles sin fondos, los besos de etiqueta de hasta siempre te quiero y miles de fallidos intentos porque sea un ¡hasta nunca vida mía! ¿Seremos canallas o cobardes?, que se mantienen vivos bajo la sombra de millones de mentiras y en el camuflaje a lo que llaman arte, de gloriosas letras que valen la pena, que profundizan y evocan un suspiro hondo; si supieran que son los motivos para no cortarse las venas o volarse los sesos cada que nos atraganta la saliva, en los ecos del silencio, en las noches de lunas oscuras como esta.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Archivos
Marzo 2024
Categories
Todo
|